En México al menos el 75 por ciento de las personas sufren fatiga por estrés laboral, según reportes del IMSS.
¿Añoras que llegue el fin de semana para descansar y salir corriendo de tu empleo? ¿Últimamente ya no disfrutas tus actividades como antes? Es posible que tengas estrés laboral, que según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se debe a la creciente presión en el trabajo, lo que trae consigo consecuencias para tu salud y entorno.
A este padecimiento también se le conoce como síndrome de burnout –también llamado del trabajador “quemado”, de estrés laboral o desgaste ocupacional.
Más de 40 por ciento de quienes realizan labores de escritorio se sienten exhaustos, indicó Patricia Lozano Luviano, consultora en desarrollo humano en entrevista con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según datos del IMSS, desde antes de la pandemia México ya era uno de los países con más fatiga por estrés laboral, pues al menos 75 por ciento de sus trabajadores sufría esta condición, superando los niveles de China, 73 por ciento, y de Estados Unidos, 59 por ciento.
¿Cómo afecta el estrés laboral a los trabajadores?
El estrés laboral puede afectar los diversos entornos en los que las personas conviven, como familia y amigos.
También deja en las personas un estado de agotamiento físico y emocional, que los hace sentirse incapaces y con una ausencia de la sensación de logro, además de la pérdida de identidad personal.
Patricia Lozano también indica que la persona se siente cosificada, desesperada y desmotivada, lo cual puede afectar gradualmente su desempeño y calidad de vida en general.
A largo plazo, la fatiga por estrés laboral puede traer consecuencias como trastornos de depresión y ansiedad, además de riesgo de caer en adicciones.
¿Cuáles son los síntomas por agotamiento laboral?
Mayo Clinic señala que alguna de estas actitudes podrían confirmar si tienes agotamiento laboral por estrés:
Te cuesta trabajo ir a tu empleo y comenzar tu jornada.
Eres impaciente con tus compañeros de trabajo, con los clientes y los jefes.
Sientes que te falta energía para tener una productividad constante.
Te concentras con dificultad.
Tus logros en el empleo no te dan satisfacción.
Cambias tus hábitos de sueño.
Tienes dolores de cabeza constantes y problemas estomacales.
Se recomienda asistir con un médico para recibir la información y el tratamiento adecuados para mejorar tu calidad de vida.